ARTICULO


LA TÉCNICA F.M. ALEXANDER
Por Violeta Winograd



      Explicamos muchas veces la Técnica Alexander como una “Técnica de re-educación psicofísica para mejorar el uso que hacemos de nosotros mismos”. En esa frase corta y sintética, hay 3 grandes conceptos para subrayar.

1. RE-EDUCACIÓN:

La Técnica Alexander no es un tipo de masaje ni una terapia alternativa, sino mas bien un método educativo. “Es verdad que en el proceso de enseñanza usamos nuestras manos -en el sentido literal de la palabra-. Sin embargo, nuestro propósito al usar las manos es inicialmente detectar qué es lo que le pasa al alumno, como una ayuda más a la observación, y para finalmente transmitir las experiencias sensoriales y las instrucciones (o direcciones) que se requieren, al tiempo que explicamos el sentido de las palabras que usamos durante la clase.” (Extracto de “Categorizando a la Técnica Alexander”, por Walter Carrington). El alumno se hace cada vez mas conciente de los hábitos que lo interfieren y aprende de a poco a dejarlos ir.

2. PSICOFISICA:

“Hay que recordar que para discutir o analizar cualquier cosa, la naturaleza del lenguaje nos obliga a hablar de manera fragmentada. El ser humano viviente es un todo, una unidad. Funciona bien o mal como un todo, y sus experiencias de vida son íntegras y simultáneas de una manera inexpresable en palabras. Los aspectos físicos y mentales son en realidad uno, pero deben ser separados para poder discutirlos.” (Extracto de “La enseñanza de F.M. Alexander”, por Marjory Barlow). El organismo trabaja como una totalidad integrada y la Técnica Alexander se aplica a la persona como totalidad. Un hábito particular (ya sea llamado físico o mental) es parte de una cierta manera general y habitual de usarse a si mismo. Un cambio fundamental de un hábito particular no es posible mientras esta manera de uso habitual persista.

3. USO

“Uno de los significados de “uso de sí mismo” es la manera en que las diferentes partes del cuerpo se relacionan las unas con las otras, viviendo, moviendo y poseyendo nuestro ser. “Postura” implica posiciones fijas, y buenas y malas maneras de sentarse, pararse y etc., y un entrenamiento postural se basa en la inadecuada asunción de que una mala postura puede ser alterada de manera satisfactoria desde “afuera”, “haciendo” algo distinto.” (Extracto de “La enseñanza de F.M. Alexander”, por Marjory Barlow). El uso que hacemos de nosotros mismos está muchas veces limitado por nuestros hábitos y por ende restringido en posibilidades. Como profesores de Técnica Alexander no le ensañamos a nadie a hacer las cosas bien, sino cómo parar con los hábitos que nos hacen mal. Confiamos en que nuestra estructura fue diseñada para cierta función y que si no interferimos con ese proceso, “lo que esta bien, se hace solo” (“The right thing does itself”, F.M. Alexander). En este proceso, síntomas o malestares tienden a desaparecer a la vez que reorganizamos nuestra estructura y mejoramos nuestro funcionamiento.

Una manera de uso de si mismo libre de hábitos automatizados, ejerce una influencia para bien sobre el funcionamiento general que no solo es continua sino que también crece y se fortalece a medida que el tiempo pasa. Sobre este punto, vale la pena mencionar los resultados obtenidos en la investigación realizada por el “British Medical Journal”, publicada el 19 de Agosto de este año. En la investigación se determina la eficacia de 6 y de 24 clases de Técnica Alexander comparada con la eficacia de 6 sesiones de masaje, y con la del consejo de un doctor de hacer ejercicio, en pacientes con dolor de espalda crónico o recurrente. Los mejores resultados fueron observados en el grupo que tomó 24 clases de Técnica Alexander, “con mejoras importantes de funcionamiento, calidad de vida y reducción de días con dolor”. Las mediciones fueron hechas a los 3 meses, justo después de terminar con las 24 clases de Técnica Alexander, y un año mas tarde, y los resultados fueron aun mejor pasado el año, para los que tomaron clases de Técnica Alexander. (Para mas información: http://www.bmj.com/)

Explicar la Técnica Alexander no es en si una tarea facil. Implica dividir y limitar fundamentos que apuntan en realidad a la integración del organismo y a la expansión de la percepción. Sin embargo, aun mas dificil que explicar quizás sea entender. Es posible entender algo que nunca antes experimentamos? Que significa realmente "entender"? Se puede solo a través de palabras tener una nueva experiencia, que abra nuevas puertas, nuevas posibilidades de acción y de comprensión? O es “entender” únicamente relacionar un concepto con nuestra antigua y habitual concepción de la realidad? No puede ser la Técnica Alexander una técnica de reeducación psicofísica que no tenga nada que ver con Yoga, Reiqui, fisioterapia o cualquier otra disciplina que conozcamos de antemano? Muchas veces, empeñarse en entender puede ser simplemente reforzar un poco más nuestra subjetiva e inamovible idea del mundo. Quizás sea necesario permitirnos no entender para poder eventualmente vivir una nueva experiencia y aprender algo realmente nuevo.

USO Y PERCEPCION

Nuestros hábitos (nuestra manera de ser y de hacer; de sentir, de reaccionar; de sentarnos, de pararnos; de pensar, de creer, de entender y de percibir...) definen la manera en que hacemos USO de nosotros mismos. El USO de cada persona es UNICO. Lo construimos desde que nacemos con cada experiencia, con cada contacto con el exterior, y se sigue alimentando a si mismo a cada minuto inconsciente del día. Todo lo que nos sucede es recibido e interpretado desde nuestra propia percepción, que es a la vez, parte de nuestro uso.

“Tu percepción sucede en el lugar en el que estas y es absolutamente dependiente de como tu cuerpo esta funcionando”, Marjory Barlow, "The Teaching of F.M. Alexander".

Por ejemplo, si llevamos nuestra cabeza hacia atrás, acortando el cuello y empujando hacia abajo desde siempre, sin siquiera estar concientes de ello, poco a poco esa relación entre cabeza y columna nos va a parecer correcta y centrada, simplemente por estar acostumbrados a ella. Si dejamos el cuello libre de dicha contracción y permitimos que nuestra cabeza vuelva hacia arriba y hacia adelante recuperando el espacio necesario en su relacion con la columna, hay grandes posibilidades que nos sintamos incomodos y con la cabeza demasiado hacia adelante, aunque, en términos objetivos, no lo este. Sensaciones como esta nos devuelven siempre al mismo lugar (acortando el cuello y tirando la cabeza hacia abajo y hacia atrás) reforzando nuestros hábitos, muchas veces poco eficientes.

Con la Técnica Alexander aprendemos a no confiar ciegamente en nuestra percepción. Asumimos que lo que pensamos que hacemos no es exactamente lo que hacemos y abrimos así la posibilidad de hacer algo diferente a lo habitual, invitandonos a liberar agarres y tensiones inconcientemente instaladas que interfieren con nuestro funcionamiento general y restringen nuestra libertad.

INDIVIDUO Y SOCIEDAD

El mal USO, sobre uso o abuso del individuo está también relacionado con el “deber ser” de nuestra sociedad. Las exigencias comienzan desde muy chicos y vienen acompañadas de miedos, inseguridades y frustación. Todos queremos hacer las cosas "bien" pero, como dice Alexander, nunca nos tomamos el tiempo para considerar si nuestra idea de lo que está bien, está bien. El "hacer" deja de ser el medio para un fin determinado, y pasa a ser el fin mismo. En palabras de Marshall Rosenberg, la estrategia parece transformarse en necesidad.

Por ejemplo, la temprana preocupación sobre qué HACER con la vida de uno suele generar muchísima presión. No hay tiempo para parar, porque "hay que" llegar al fin lo mas pronto posible. El objetivo, el fin, o la verdadera necesidad pasa a segundo plano y nos preocupamos de más, opacando y malgastando lo que deberia ser el maravilloso proceso de vivir. Esta tensión entre la preocupación sobre qué hacer y la presión de tener que hacerlo ahora, anula la posibilidad de realmente desear hacer algo y disfrutar de esa acción (como en algun momento supimos hacer de muy niños). Y así pasamos nuestras vidas, empujándonos a hacer cosas que no queremos realmente hacer, y abandonándonos luego de semejante presión, en un sillón frente al televisor.

Nuestro organismo es "el huevo y la gallina" de lo que acabo de describir y las contradicciones entre los excesos de tensión muscular y el colapso o abandono de ciertas partes del cuerpo son visibles en cada una de las personas de este mundo.
La Técnica Alexander propone parar con el empuje, el sobre esfuerzo y el abuso de nosotros mismos. El profesor de Técnica Alexander no enseña a hacer las cosas bien, ya que paramos a considerar si nuestra idea de lo que está bien, está bien. En las clases, simplemente reconoceremos lo que está de más para dejar de interferir con el flujo natural y constante del universo y poder aprender a hacer uso de las fuerzas que lo atraviesan. En términos concretos, dejaremos de interferir con la función para la cual nuestra estructura fue diseñada y de esta manera, podremos quizás recuperar la facilidad y la alegría de estar ahí donde estamos con la energíay disponibilidad necesaria que eso requiere.

CONCLUSION

La Técnica Alexander es un método práctico que nos enfrenta a nuestros hábitos de una manera directa y simple. Dándonos espacio, abrimos la posibilidad a un nuevo uso de nosotros mismos, más libre y eficiente, mejorando nuestro estado psicofísico general. El alcance del trabajo solo encuentra los límites que uno mismo le de. Una nueva experiencia concreta y tangible transforma nuestra manera de ver y de percibir el mundo, y por ende, un cambio radical dentro de nuestra sociedad. Como dijo Gandhi: "Deberiamos ser el cambio que deseamos ver en el mundo".